
Fachada Ventilada: tipos, materiales y ventajas
La fachada ventilada es un sistema constructivo de cerramiento exterior que está formado por una hoja interior, una capa aislante y una hoja exterior. Su acabado es de gran calidad y no requiere ningún tipo de mantenimiento adicional, ofreciendo además las mejores prestaciones acústicas, térmicas y de diseño.
Por todo esto, este sistema de gran calidad ha tenido muy buena acogida y se ha consolidado entre constructores y arquitectos.
Elementos de una fachada ventilada
Un sistema de fachada ventilada consta de: un muro soporte, una capa aislante sobre el soporte y una capa de revestimiento unida al edificio mediante una estructura de anclaje, normalmente de aluminio.
Como se puede intuir por su nombre, las fachadas ventiladas tienen un sistema muy eficaz de ventilación natura. Pero, ¿cómo funciona?
El sistema de ventilación
Sobre la fachada del edificio se ancla una subestructura compuesta por escuadras y perfiles verticales que soportan la hoja exterior. A continuación, se coloca el aislamiento fijado mediante mortero adhesivo o espigas a la pared.
Una vez colocada la capa aislante, se coloca la hoja de acabado exterior fijada a perfiles verticales creando una cámara de aire entre el aislamiento y las placas que conforman la segunda piel.
Este sistema permite que, debido al efecto chimenea, se cree una cámara de aire entre la capa aislante y el revestimiento, activando así la ventilación natural para mantener el aislamiento seco y reducir el consumo energético.
Es el sistema más eficaz para solucionar el aislamiento del edificio, ya que elimina los puentes térmicos y evita cualquier problema de condensación, que podría generar problemas de humedad en el interior de la construcción.
Ventajas de las fachadas ventiladas
Como vemos, las fachadas ventiladas presentan numerosas ventajas, entre ellas:
- Máximo confort, gracias a su excelente protección térmica y acústica.
- Aislamiento continuo que impide los puentes térmicos, incluso en zonas estructurales.
- Larga duración, coste de mantenimiento nulo y flexibilidad en el diseño.
- Reducción del gasto energético, tanto en calefacción como en refrigeración.
- Máxima impermeabilización y transpirabilidad, lo que disminuye el riesgo de condensaciones en el interior.
- Disminución de las emisiones de CO2,por lo que ayudan a la protección del medio ambiente, considerándose un sistema sostenible.
- Aislamiento acústico, mediante la introducción de una cámara de aire y otra capa externa, lo que reduce el ruido exterior e impide que se cuele en el interior del inmueble.
Tipos de fachada ventilada
Para hablar de los diferentes tipos de fachadas ventiladas, podemos clasificarlas en función de diferentes aspectos:
- Material utilizado: Pueden construirse fachadas ventiladas de cristal, madera, cerámica, piedra, metálicas, etc.
- Sistema de fijación de las placas, que puede ser: fijación mecánica, sobre guías, química, o con anclajes sobre una estructura de aluminio.
- Tipo de acabado: natural, en los que toda la pieza tiene el mismo color; esmaltados, que a su vez pueden ser mate, brillo u otros efectos; acabado liso; con texturas, a base de relieves y salientes a las piezas que jueguen con el diseño del edificio, etc.
Otras ventajas y tipos de fachada
Las fachadas ventiladas también eliminan las radiaciones directas sobre muros, protegiéndolos frente a problemas meteorológicos que afectan a otras construcciones tradicionales en las diferentes estaciones del año.
Para un correcto funcionamiento del sistema, es fundamental que el acabado exterior disponga de ranuras en la parte inferior y superior que permitan la renovación del aire.
En lo relativo a su estructura, la hoja exterior puede ser de diversos materiales: piedra, aluminio, fibrocemento, madera, gres porcelánico, cerámica extrusionada, polímero, o metal, entre otros.
En Dreyser, como expertos en consultoría e ingeniería de fachadas, instalaciones, mantenimiento y rehabilitación de fachadas, ofrecemos soluciones integrales para todo tipo de proyectos.
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