El porqué del aislamiento térmico exterior
A la hora de llevar a cabo un proyecto de vivienda, es indispensable tener en cuenta el sistema de aislamiento térmico exterior con el que contará la edificación. Tener un buen aislante térmico nos ayudará a aprovechar la energía de una forma más eficiente.
Un problema que se repite muy a menudo en las viviendas españolas es la pérdida innecesaria de calor, puesto que la mayoría de ellas no ha seguido los patrones de la construcción sostenible, aquella que apuesta por la reducción de la demanda energética como uno de sus objetivos. Además, España es uno de los países de la Unión Europea que más energía compra, lo que se traduce como la emisión de altas cantidades de CO2.
Los beneficios del aislamiento térmico exterior son numerosos; entre ellos, el gran ahorro de energía que supone. Se calcula que, con un buen sistema aislante térmico, ahorraremos entre un 30% y un 70% en nuestra factura de energía.
Ventajas los sistemas aislantes
El aislamiento térmico consiste en aumentar la resistencia de una construcción a las pérdidas de frío o de calor mediante el uso de materiales y técnicas de instalación que así lo permitan.
En 2020, la Unión Europea fijó el objetivo de reducir las emisiones de CO2 y el consumo energético un 20%. En este sentido, el aislamiento térmico juega un papel fundamental, pues permite la mejora de la eficiencia energética. Se trata de una solución sostenible que consigue excelentes resultados.
Además del ahorro energético, el aislamiento térmico permite beneficiarnos de otra serie de ventajas:
- Ahorro económico, puesto que no es necesario invertir tanto en calefacción.
- Menor cantidad de emisiones de CO2.
- Mejora de la salubridad del interior del edificio, puesto que disminuye el riesgo de humedades, condensación y aparición de microorganismos.
- Se protege la fachada frente a las agresiones climáticas: nieve, lluvia, viento…
- Aislamiento acústico.
- Mayor revalorización de la construcción.
El aislamiento térmico exterior de fachadas
El aislamiento térmico exterior consiste en la incorporación de materiales y técnicas aislantes en la fachada del edificio, cubriéndolo y mejorando su estética.
Las ventajas que encontramos en este tipo de aislamiento térmico son las siguientes:
- Eliminación total de los puentes térmicos (aquellos puntos de unión de muros donde se producen pérdidas de calor).
- Mejora de la inercia térmica del edificio.
- Compatibilidad con otras obras de mantenimiento necesarias en la fachada.
- Mejora de la estética de la fachada, que es la parte visual de la construcción. Por este motivo, si se trata de un edificio de varios vecinos, todos han de estar de acuerdo en la realización del aislamiento térmico exterior.
- No se reduce la superficie útil del espacio.
- No es necesario desocupar la vivienda, puesto que no se requiere derribo ni trabajo interior.
Sistemas de aislamiento térmico exterior de fachadas
Sistema de Aislamiento Térmico Exterior (SATE)
Este sistema de aislamiento térmico exterior consiste en un complejo de planchas rígidas fabricadas con material aislante que se adhieren al muro mediante adhesivos y fijación mecánica. Se protege por un revestimiento de una o varias capas de mortero mineral. El mortero utilizado en esta técnica contiene áridos y elementos minerales que permiten frenar la conductividad térmica hasta el doble de lo que lo haría el mortero común.
El sistema SATE puede instalarse tanto en nuevas construcciones como en antiguas, en las que se quiera rehabilitar la fachada para beneficiarse de la revalorización del edificio y del ahorro energético que supone, entre las otras ventajas anteriormente citadas.
El SATE nos proporciona todos los beneficios ya citados del aislamiento térmico de fachadas: reducción de puentes térmicos, rejuvenecimiento estético y funcional de la fachada, aislamiento acústico, eliminación de las humedades, escaso mantenimiento necesario, no se reduce el espacio físico de la vivienda…
Fachada ventilada
El sistema de aislamiento térmico exterior de fachada ventilada se basa en fijar una capa hermética con estructura metálica sobre la pared de la fachada. De esta forma, se crea una cámara de aire entre la capa aislante y el revestimiento exterior que propicia este efecto de aislamiento y reduce los puentes térmicos que puedan existir. El aire circula a través de ella; de ahí el concepto de “ventilada”.
La capa que funciona como aislante puede componerse de diferentes materiales, pero, generalmente, es de lana mineral. Por su parte, el revestimiento puede ser de piedra natural, metálico, de vidrio… En este artículo te contamos las diferentes opciones que existen de revestimientos para fachadas exteriores.
Este tipo de aislamiento térmico exterior permite beneficiarnos de las mismas ventajas que el sistema SATE. Además de ellas, este sistema posibilita la evacuación del agua sin que afecte al aislamiento y la inclusión de instalaciones de diversa índole entre la cámara y la capa aislante.
La rehabilitación de una fachada para incluir sistemas de aislamiento térmico exterior es una obra de gran envergadura. Es imprescindible contar con los mejores profesionales para llevarla a cabo, pues, de lo contrario, incurriríamos más en costes si la obra no se realiza de forma óptima.
En Dreyser somos especialistas en la instalación, montaje y mantenimiento de las fachadas. Para cualquier tipo de duda o asesoramiento sobre sistemas de aislamiento, no dudes en contactarnos.
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